Según consta en el Libro de Actas de la Junta de Educación, fue en 1893, cuando un grupo de hombres y mujeres se reunieron e iniciaron los trámites ante la Secretaría de Instrucción Pública, para solicitar una Casa de Enseñanza para el Coco, consideraban que tenían matrícula suficiente para que se hicieran dos escuelas, una de hombres y otra de mujeres.
La población estudiantil ascendía a 56 estudiantes entre los dos, por esto en la solicitud se aclaraba que, en caso de no poderse con las dos, que al menos se les diera una escuela, con un maestro y un asistente.
Fue así como después de un tiempo el esfuerzo y la visión de aquellos visionarios tuvieron la respuesta positiva a su solicitud y la comunidad tuvo su “Casa de Enseñanza El Coco”.
Ubicada en un inicio a 20 metros del cruce a la actual escuela, años más tarde se ubicó al costado este de la Plaza.
Pasado el tiempo se compró en ¢900 colones el actual terreno que tiene un área de 4500 metros cuadrados, con 50 metros de frente y 90 de largo, este terreno se le compró a la señora Fidelina Herrera.
Fue en la administración de Don León Cortés Castro, que se construyó la escuela conformada por dos aulas (las que se encuentran al costado este con frente hacia el templo) y una batería de servicios.