Al inicio del primer quinquenio de la década de los años 70 emerge una gran necesidad entre los vecinos de la comunidad de Rincón de Cacao, sus hijos debían desplazarse desde el Rincón de Cacao hasta la escuela Jesús Magdaleno Vargas, teniendo que realizar un recorrido a pie por un camino de tierra y por linderos o predios solitarios de aproximadamente de 2 kilómetros venciendo los obstáculos del peligro, la lluvia, el barro y el sol abrazador o las lluvias pertinaces.

Ante tal necesidad los vecinos se organizan y resuelven gestar un movimiento de recolección de firmas y la búsqueda de un terreno para construir una escuela que permita que los hijos(as) no deban desplazarse hasta Cacao a la escuela Jesús Magdaleno.

Aunado a este movimiento para la consecución de un terreno, se efectuaron las acciones ante las autoridades regionales del MEP, en la búsqueda de la autorización para el funcionamiento de la nueva escuela.