Pasar al contenido principal

 

Instituto Centroamericano Adventista
Portada Instituto Centroamericano Adventista
Teléfono de la institución
2440-3930
Correo electrónico institución
Horario
Ingresar horario
Categoría
Nivel
Jornada
Condición
Privada
Código presupuestario
NULL
Correo Junta
Lema de la institución
"Educando para la eternidad"
Nombre director
Delroy Carnegie Watson
Director Instituto Centroamericano Adventista

Oferta Educativa

 

Año de creación
1927
Reseña histórica

Recordamos con respeto y agrado al Pastor William Baxter, quien, con amplia visión, por el año de 1925, palpando las apremiantes necesidades del campo centroamericano y las perspectivas de nuestra juventud, expone los deseos de su corazón, de su mente, al proponer la fundación de una casa de estudios secundarios, que gradualmente se hiciera grande y fuera columna y vida para la educación de la entusiasta juventud centroamericana.

Con fe sencilla pero aferrada al brazo de la Omnipotencia, se inicia ese sueño, con una significativa ceremonia en la que se mezclaron el canto y la plegaria, la emoción y el gozo, el atrevimiento y la confianza, el ideal y el triunfo.

Así nace nuestra querida alma mater con el honroso nombre ¨Escuela para jóvenes de habla española¨, en las cascadas de Panamá. Por esta razón el pastor William Baxter se le ha llamado el padre de esta institución.

Glen Stalnley Ray profesor graduado del Fernando Academy y Walla Collage, en compañía de los esposos Chapman y el pastor Willian Baxter, salieron en busca de un local apropiado para establecer un colegio en Costa Rica para la juventud hispanoamericana.

A mediados del año de 1927, encontraron una casa situada en Sabana Redonda en la provincia de San José, Costa Rica, que antes había sido bella, pero que con el paso del tiempo había dejado en ellas sus huellas.

A principios del mes de noviembre de 1927 se dio apertura al primer año escolar con una matrícula de 16 alumnos, teniendo que vencer dificultades a granel pero con alegría, vigor y trabajo, soportando las inconveniencias y las incomodidades, con un lema ¨Vivir cada día para el Señor Jesús ¨ .

G.M. Chapman, quien además de ser el director, tenía a su cargo la enseñanza de las matemáticas, Historia, Botánica, Zoología y Retóricas; Preceptor, Profesor de Biblia, director de la Finca, donde trabajan jóvenes como señoritas y la señora Alameda de Chapman, ama de llaves, preceptora y profesora de Anatomía, Filología e Hidroterapia.

El alumnado estaba compuesto por siete panameños: José Lucios Chavanz y su señora Francisca de Chavanz; Librado Clementina y Faustino Concepción y dos indígenas de San Blas, Antonio Susto y Juan Milton; de Nicaragua vinieron Blanca y María Parrales, de El Salvador, Herbert Martínez; de México, Edmundo Quesada y de la linda Costa Rica, las señoritas Amada, Rosa Emma Julia Rodríguez, Elizabeth Baxter y May Hammond.

Al instalarse en la Sabana, San José., el colegio adoptó el nombre de “Academia Adventista Hispanoamericana”.

Las industrias que existían en ese año eran, la panadería, fabricación de mantequilla de maní y la agricultura. Los productos de esta industria eran vendidos por los mismos alumnos. El señor Librado Concepción estaba encargado de la lechería. A principios del segundo año vino el profesor W. Hinelanda como director, con su señora e hijita.

En 1929 el primer alumno graduado en la historia de nuestra institución fue Clementina Concepción. La segunda graduación fue en 1930 y se graduó Librado Concepción y María Parrales.

Desde la sabana hasta Dulce nombre de Tres Ríos.

En 1932 nuestro ya formado colegio se trasladó a un local propio, de tierra fértil y hermosa. El lugar se encontraba en Dulce Nombre de tres Ríos, en la provincia de Cartago; era una finca de treinta y cuatro manzanas de terreno. Aquí en Dulce Nombre de Tres Ríos se inició la construcción de los edificios formales, el primero fue el comedor, el cual sirvió por algún tiempo de aulas y capilla. Cuando llegó el mes de abril de 1932, el plantel estaba muy lejos de estar terminado, pero esto no impidió que se iniciaran las clases.  En el dormitorio de las niñas fueron acomodados los estudiantes y maestros; en los cuartos de un lado se acomodaron las niñas, mientras que los jóvenes maestros se acomodaron al lado opuesto.

Durante este año se organizó el Club Virtudamas y la Sociedad Cultural. Con todo y la incomodidad hubo comprensión, clases, vida y entusiasmo.

Desde sus inicios, nuestro colegio se ha caracterizado por contar con uno de los mejores Coros a nivel nacional, según lo han mencionado los conocedores de la materia. La primera vez que se menciona la actuación en público de nuestro coro fue en 1934, con treinta coristas que entonaron ¨La columna de fuego¨.  Su directora era la Señora de Wild.

La ocasión se refería a que la señora Wild estaba ayudando a la sociedad pastoral que dirigía el pastor Chester Westphal. Pero al Hablar del coro del colegio, hay que hablar del profesor Enrique Andréan Rodríguez, quien además es un personaje entrelazado en toda la historia de la institución.

COVAC, un nombre querido:

   En 1945, siendo director en ese entonces C.F. Montgomery, nuestro colegio dejó de llamarse Academia Adventista Hispanoamericana, y adoptó un nombre que hasta hoy es recordado y usado por algunos para identificar nuestra Institución: Nos referimos a COVAC (Colegio Vocacional de América Central).

Por el año de 1948 hace su aparición la Asociación Estudiantil y por consiguiente el ECO estudiantil que ha sido desde entonces casi la única fuente de información para conocer la historia del colegio.

El plan de estudios en esa época, del curso secundario está basado en el plan de unidades. Se entiende por unidades, cinco clases por semana.  La clase tenía 45 minutos de duración.

El curso incluía las materias características de la Educación Adventista que mediante las clases de Biblia educan el corazón, el espíritu y el carácter. Las artes y oficios, que enseñan la dignidad del trabajo y dan al alumno una actitud práctica hacia la vida.

Tenemos que aclarar, que originalmente la segunda estrofa del nuestro himno iniciaba: ¨En medio de montañas al pie del Irazú¨. El Colegio se encontraba en Dulce Nombre de Tres Ríos, teniendo como fondo al imponente Volcán, pero cuando en 1950 el Colegio se trasladó a la Ceiba de Alajuela., se cambió la letra ¨En medio de montañas al pie del gran Poás¨.

Transcurrieron los años, durante los cuales hubo varios directores. El alumnado creció, se hicieron muchas mejoras en el plantel, que dieron prestigio y progreso al Colegio.

Desde Cartago hacia Alajuela:

En 1949, siendo director el Pastor Andrés Riffel, las autoridades de la U.C.A. (Unión Centroamericana), y del Colegio Vocacional de América Central, pensaron que sería bueno cambiar otra vez de local.  Se adquirió un sitio cerca de la Cuidad de Alajuela, en un lugar llamado La Ceiba.

Enero de 1950, el año llegó, trayendo mucho por hacer y todos se hallaban muy ocupados en la construcción del nuevo plantel. Pero, aunque no estaban terminados los edificios, se inició el año escolar en el mes de junio, y tanto alumnos como maestros, todos juntos, dominaban las inconveniencias de los edificios temporales e incómodos; lluvias, lodo y el ruido de la construcción para terminar con éxito el primer año escolar en las nuevas instalaciones.

Es así como nuestro colegio, en 1972 adopta el nombre de I.C.A. (Instituto Centroamericano Adventista), hasta hoy día se mantiene este nombre.

El I.C.A. ahora reconocido oficialmente por el gobierno de Costa Rica se unió a continuar preparando jóvenes. Gozando de excelente reputación entre todos los colegios del país, gracias a la calidad de los graduandos. Obteniendo excelentes resultados en las pruebas nacionales del Ministerio de Educación Pública.